
La viabilidad de la meta inflacionaria del 10,1% para el año 2026, establecida por el Poder Ejecutivo en la Ley de Presupuesto, se encuentra bajo el riguroso análisis de los especialistas económicos. Si bien el sector privado reconoce una tendencia a la baja en el costo de vida para los próximos meses, las proyecciones de las principales consultoras discrepan con la cifra oficial, situándola en un rango de entre el 15% y el 16%. El cumplimiento de la pauta gubernamental queda supeditado, según los analistas, a la estabilidad absoluta del tipo de cambio y a la profundización del orden fiscal.
A pesar de que las previsiones indican que 2025 cerrará con los indicadores de precios más bajos desde 2017 y un inicio de 2026 con registros mensuales inferiores al 2%, el consenso entre los economistas es que el objetivo del 10,1% actúa más como una referencia de deseos que como una probabilidad estadística. Para las consultoras, lograr un promedio mensual inferior al 1% requiere no solo disciplina monetaria, sino también una resolución de las distorsiones de precios que aún persisten.
El escenario planteado por el Gobierno exige un control estricto del gasto y una política monetaria contractiva. Sin embargo, los analistas subrayan que el "ancla fiscal" debe complementarse con una reducción real de la inflación núcleo. Factores como los ajustes pendientes en combustibles y servicios públicos, sumados a la evolución de las reservas internacionales, son vistos como las principales amenazas para el plan oficial.

María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, cuya proyección para 2026 se ubica en el 16%, señala la dificultad operativa del proceso: "Técnicamente, no es imposible porque el gobierno está atacando las causas de la inflación para ir hacia una similar a la internacional. No hay emisión monetaria. Pero parece difícil hoy que se llegue. Hay rubros de servicios que tienen algo de inercia y otros a los que se les está terminando de quitar los subsidios. Esas subas van a impactar en el índice. Entonces, va a depender de las expectativas. En una economía altamente dolarizada, la gente se sigue referenciando con el dólar”.
Castiglioni también comparó el proceso actual con la salida de la alta inflación en la década de los 90, aclarando que hoy el contexto es distinto: “Se está bajando mientras se corrigen precios relativos todavía, con un dólar flexible que se mueve entre bandas”.
Por su parte, desde la consultora Equilibra, su director Lorenzo Sigaut Gravina pone el foco en la temporalidad de estos procesos macroeconómicos: “Los procesos en Latinoamérica demuestran que no son lineales y que equiparar la inflación internacional lleva tiempo. Llevamos dos años de este plan de estabilización y el Gobierno tuvo que modificar el ajuste cambiario. Del 1,5% que se logró en mayo, ahora estamos en 2,5%. Estimo que no vamos a converger en la inflación internacional probablemente tampoco en 2027, un año de elecciones”.
En sintonía con este escepticismo sobre la cifra puntual, Ricardo Delgado, titular de Analytica, calificó la meta de "inviable" basándose en el arrastre estadístico. Según sus cálculos, un 10% anual implica sostener un 0,8% mensual, algo que colisiona con la realidad de los primeros meses del año. “Si tenemos un primer trimestre con un promedio de 2% mensual, el resultado trimestral es alrededor de 6%. Para llegar a 10%, los otros nueve meses, desde abril en adelante, tienen que dar no más de 4% en total, aproximadamente, 0,4% por mes, algo complicado”, explicó Delgado.
El sendero hacia la baja
Desde una perspectiva algo más optimista, aunque superando la meta del Presupuesto, la Fundación Libertad y Progreso estima un IPC del 15% para 2026. Aldo Abram, director de la entidad, proyecta que el hito de perforar el 1% mensual podría darse en el mediano plazo: “Creo que el IPC dará por debajo de 1% en algún momento del segundo semestre, probablemente en el tercer trimestre. Para los próximos meses estimamos que ya va a estar por debajo de 2% de vuelta”.
En conclusión, aunque el mercado pone en duda la precisión de la cifra del 10,1%, existe una coincidencia técnica en que, de mantenerse el equilibrio en las cuentas públicas y la estabilidad en el mercado de cambios, el año 2026 consolidará la tendencia de desaceleración inflacionaria iniciada en el periodo anterior.